Abonados

El jardín y el huerto agradecen mucho el aporte de abonos orgánicos. No sólo porque nutren a los elementos vegetales en sí, sino porque este tipo de abonos se encuentra siempre de forma disponible para la planta. Por otro lado, el aporte de materia orgánica mejora notablemente la estructura del suelo por lo que repercutirá directa y notablemente en el estado sanitario y por tanto visual de los elementos vegetales que compongan nuestro jardín. Si se os pasa la época o llueve mucho, tranquilos, podemos postergar esta operación y realizarla durante los meses venideros, asegurándonos de llevarla a cabo con tiempo, antes de que el invierno llegue a su fin. Los abonos de este tipo que os recomendamos son: estiércol (vacuno, caballar, gallinácea, cerdo), mantillo, compost, entre otros. Cualquiera sirve, pero os ponemos los principales en el orden de recomendación por su propia composición química.

En cuanto al aporte de abonados químicos, tened cuidado de no añadir los que presenten una alta concentración en nitrógeno. El nitrógeno es indicado principalmente para el crecimiento de la planta, cosa que no sucede en esta época ya que la mayoría de ellas, especialmente las caducifolias se encuentran en estado de reposo vegetativo. Añadir ahora un exceso de nitrógeno podría incluso ocasionarnos problemas patológicos en un futuro. Desde VINAGRELLA JARDINS os recomendamos el uso de abonos con bajo contenido en nitrógeno y alto en potasio, especialmente en céspedes. El potasio ayuda al buen estado sanitario de la planta. Si lo hacemos, las plantas y árboles de nuestro jardín estarán fuertes y sanos para desarrollarse todo lo que necesiten en primavera. Un buen abono para esta época sería uno de liberación lenta de formulado tipo 1-1-2 o lo más parecido a esta proporción, en todo caso, como mínimo habrá de ser un 1-1-1; es decir, el dígito de la primera posición nunca ha de ser mayor que la tercera.